Jamás hubiese creido que podría oir tan nítidamente el vacío
como cuando escucho el tintineo de unas llaves imaginarias abriendo la celda de
siempre y de las monedas en la mano indigente o del infinito goteo de lluvia
cantando sobre las hojas de zinc de un techo inexistente y el sonido como de
pisadas de gatos de esos besos sobre bocas de roca o el extravagante chirrío de
máscaras de carne de colores vivos sobre la faz agónica de los recurrentes días
fríos… y ¿qué decir de las sensaciones que nos producen los silencios del
viento cuando viene desde el monte anunciando en sin fin de tonos fúnebres que
la cantidad de vacío que copa eternamente el adentro y el afuera de la soledad
es nada más que cuento de locos?
Sarcasmos... La Reynamora Azul ¿sabes quién nos creerá cuando
anunciamos desde lo alto de nosotras mismas que la cantidad de vacío... etc.
etc.,... ? Solo nostras lo creemos y los demás dirán que lo creemos porque
estamos locas...
Ana Lucía Montoya Rendón
nov 13, 2015
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