en el salón de los espejos a los pies
descalzos les tienen prohibido cantar o mirar a alguien a los ojos
en el salón de los espejos las copas llenas
se rompen si huelen las voces de los pies descalzos
desde muy muy lejos
los pies descalzos leen las huellas de sus
voces en voz alta...
en voz muy alta leen para beodos sordos
mientras la crema y nata se harta de
crítica y de vino
ignora que el agua pura corre por los
labios de los pies descalzos
pies descalzos son de carne y verso
escritos en muros invisibles
invisibles pies descalzos miles de veces
muriendo entre líneas
ana lucía montoya rendón
abril 2, 2016
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