El mundo real frente al espejo otea el paso
de la Reina de Corazones. Salta el conejo al mundo de los roedores de
zanahorias de cristal, con él salta la Reina de Corazones para ir a un mundo
paralelo desde donde, a gritos la llama Alicia pero, irremediablemente, cae sin
parar de caer al foso-limbo de las fauces de los lagartos hambrientos hasta lo
más profundo de sus vientres, desde allí es mil veces parida para después pasar
y repasar con sus zapatitos rojos de cristal (Alicia también, como una reina,
calza zapatitos rojos cristal), aquella línea roja y sobre todo, difusa, del
horizonte que vive entre sus ojos, sus senos y sus piernas, desde la cual todos
pueden adivinar qué pasos rectos o errados dará la raza humana que habite los
mundos habidos y por haber.
almr.-
abril 29, 2016
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