La cumbre de la Vida no se alza a menos que
haya un Todo sobre el cual erguir su cresta. La importancia de cada ser está
realmente en todas las partes de ese Todo ya sea que vivan simultáneamente en
los centros o en los bordes, en las cimas o en lo abisal, en el poniente o el
en el ocaso, en el cielo o en el infierno; cualesquiera sean sus posiciones y
tamaños, los seres palpitan proporcionalmente con el ritmo del corazón del
Universo. Todos participamos del mismo circuito de Energía y del mismo Aire.
Ana Lucía Montoya Rendón
Oct 17, 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida aquí, tu huella.