Camino del Medio... Tao... es... ÉL ES, lo
demás es desbalance. Sin una buena viga central, fuerte, bien sembrada, el
edificio, irremediablemente cae.
¿Cuántas veces hay que caer y volverse a
levantar porque no hemos construido sobre cimientos firmes? El edificio social
está averiado y nosotros, sesgados y manipulables, también.
NO HAY CON QUIÉN.
Ya no habrá más tiempo de llorar sobre la
leche derramada… el discernimiento está olvidado, lo hemos dejado perder entre
nuestras pasiones y odios partidistas. Los pueblos votan por éste o aquél para
que no vaya a gobernar ese candidato que merece todo nuestro odio (porque esa
es la consigna: ODIEMOS. “Quien no está conmigo, está contra mí”). A los
candidatos no les miramos su idoneidad como personas, como estadistas, como
verdaderos hombres del pueblo, como GERENTES O ADMINISTRADORES (son nuestras
vidas y bienes lo que ellos manejan) y, puritanos, nos hacemos cruces mirando
las atrocidades que esos, los del bando contrario “nos” cometen… cuando
nosotros también impulsamos barbaries idénticas a las de aquellos que
señalamos, apuntándoles con muestro índice. Hemos olvidado qué quiere decir
“paralelo a”. Tanto en los países derechistas como en los izquierdistas,
nombran como paramilitares y guerrillas a los grupos armados alzados en contra
del sistema o el establecimiento. No hacemos lectura de lo que ha ocurrido a
través del tiempo en nuestros países y digo, “nuestros países”, porque hoy, a
través de las comunicaciones globales, hacemos frente común para llamar “re
malos” a los de la secta de enfrente usando los mismos fusiles, las mismas bombas
para acabarlos y, cada uno, sofistica, a su modo, el exterminio de los pueblos
contrarios… Es triste aceptarlo, sin embargo, insisto, no nos miramos al
espejo, no nos miramos porque, a conveniencia, aceptamos la ceguera (¡qué
inconveniencia!) PARA DEJARNOS LAVAR EL CEREBRO AUNQUE SEA CON LA MISMÍSIMA
AGUA SUCIA QUE USAN LOS QUE ODIAMOS.
¿Cómo llegan al Congreso, a las asambleas
departamentales y a los concejos municipales esas bellezas de todos los colores
y “sinsabores”(para desgracia nuestra)? No lo olvidemos, esos llegan a través
de nuestros votos o de nuestra abstención. El voto en blanco, si acaso, es el
menor de los males.
Ana Lucía Montoya Rendón
Sep 19, 2015
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