La irreverencia, según de
quien venga, tiene un determinado precio, está escalafonada. A veces cuesta la
cabeza o cualquier parte del cuerpo, otras, toda una vida de ruidoso
silencio contra un muro o mirando a los ojos, a la manada.
¿QUÉ PASA?
todo pasa y nada queda
pero lo nuestro pasar
pasar haciendo caminos…
JOAN MANUEL SERRAT
y preguntaron ¿qué pasa?
y alguien contestó:
observo el jardincito
en él hay muchas flores
y abejitas
y aromas
y mariposas
¡ah!
y qué airecillos…
y nada más...
no nos pellizcamos ni queremos identificar el uso del papel y el lápiz
nos asusta verlos como medios a través de los que vomitemos nuestros cuestionamientos
ana lucía montoya rendón
julio 11, 2015
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