cruzados bocas y brazos…
así
en algún templo
bendecidos mutismo y
soledad
—éste—
ritual eterno de
fantasmas
vestidos de sábanas de
agua
y de bailes de nieblas y
demonios
ahítos de vacíos
todos ellos viajeros sin
puerto
van como yo
cargados de marchas
presentes en la lista de
la ausencia
heridos de anhelos sobre
caminos aún no hechos
nada más que repasando
huellas
como aguja mirando al cielo
cae en hoyo infinito el
primer madero
horizonte atravesado —el
segundo—
allí clavados
el sacro y los sueños de
todos
Ana Lucía Montoya Rendón
Julio 23, 2015
.
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