Creer en diablos blancos o negros. No creo
nada de lo que digan. Además, en las redes virtuales todo el mundo dice que
fulano dijo que zutano dijo que mengano, y así, hasta que el cuento lo escuche
y rumie la última oveja del rebaño. Hay que entender que en el mundo hay nomás dos
bandos: uno, el de aquellos pocos ricos (incluida en ese grupejo la iglesia
católica y de ella hacia abajo otro resto de iglesitas y pastorcitos) y, el
otro, infinito bando, el de la base de la pirámide social: nosotros, la manada,
mansa y mensa... creyéndonos el cuento de que somos libres... que unos prohombres,
“nuestros héroes”, nos emanciparon. La izquierda tiene sus héroes, la derecha
tiene los suyos, con la adoración hacia esos héroes arman ejércitos y meten, de
carnita blanda de su emparedado, al pueblo ¡Por eso no creo en Nada de Nada!
Ana Lucía Montoya Rendón
Mayo 31, 2015
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