nada... nada... así...

explícame tu voz

desmenuza tu acento

dibújame tu alma

concrétame los que ves allá

vacíate... vacíate

almr.-


Tiemblo de dicha ante todas las imágenes de la Matria, me arroba lo bendito de su vientre... Patria... Patria... es duda... es una palabra continente de himnos, escudos, banderas y arrodillados... y desmanes. La Madre no quiere siervos sino libertades... la Madre es la Nación, es carne y huesos, y mamas llenitas de miel y leche, tiene llanto de alegría y miradas de ternura.

Almr.-

sustantivo abstracto: Inteligencia…

muy abstracto: Riqueza…

y más que abstracto… Valores

gracioso significado de inteligencia concreta = $

el más universal y concreto de los sustantivos: Pobreza.

Almr.-


domingo, 30 de agosto de 2015

MANSOS AUNQUE, ¿DE LINAJE REAL?





Desde todos los puntos de la rosa de los vientos nos llegan mentiras repetidas que, acunadas mansamente en nuestras mentes y en nuestros pechos, las hemos convertido en dogmas, en verdades absolutas. Al son que nos tocan bailamos e imaginamos que las demás personas son ovejas mansas como nosotros y que aquellos que dirigen el circo, son infalibles.  ¡Qué mansos! ¡Mansos! Tenemos dos manos, la diestra y la zurda, ¿cuál de ellas es más importante? ¿Por qué tomar partido por una u otra? Y el discernimiento destrozado, cortado en pedazos, guardado en las tantas gavetas etiquetadas que creemos somos nosotros. Mansos, tristemente mansos. El centro y los bordes de la Esfera Infinita son el mismo Ser Compacto, y nosotros Uno con, y en Ella. ¿Por qué aceptamos y dejamos que desde cualquier mundo o cielo inventados nos llamen por un número o etiqueta como si fuéramos presidiarios? ¿Realmente los somos? Ésa, la lectura subrayada en el diario vivir que la mayoría no queremos ver porque nos incomoda, y nos incomoda porque nos compromete con la Verdad. Repetimos dichosos que tenemos jefes o líderes de manada y ondeamos sus pendones y humildes, con la diestra en el corazón, con los ojitos cerrados, nos inspiramos en cantarles loas que nos conmueven tanto hasta producirnos torrentes de llanto y violentos estertores, al punto de hacernos pensar que debemos ofrendarles a esos jefes, nuestras vidas. Nadie merece una gota de sangre nuestra. Nuestra sangre es energía, es parte de la Energía del Mundo, la energía no se ofrenda, se acumula para poder cocer a fuego lento a la Vida, al Amor, la Tolerancia, la Ternura, la Paz, etc. La sangre derramada sin una justificación sagrada es energía malograda. La sangre la donamos a través de la concepción, luego, durante la gestación, las hembras la compartimos con el fruto de la unión de nuestros gametos con los de los machos, hasta que ese ser se acomoda en un envase nuevo, ese frágil feto, completo y perfecto cuerpo, el cuerpo pequeñito de nuestros hijos. La sangre derramada en el parto es abono y dicha, no es sacrificio. La sangre no se dona por capricho sino por amor. No vale la pena seguir a nadie ni enlistarse en ningún bando si aún no hemos rendido los mínimos honores a nuestro sagrado linaje y, de seguro, si lo hiciéramos, jamás formaríamos parte de ningún grupo, solo compartiríamos con todos los seres el día a día, sin contratos, libres, realmente libres y contentos. Recordemos, somos Uno, centro y bordes de Aquella Esfera Infinita que es el Todo.

Una reflexión final, si la sangre y el Sol son de la misma y única Energía (“la energía no se pierde, se transforma”), ¿será que el Verdadero Sol es Rojo tanto como la sangre? ¿Será que la energía del sol en su viaje a través del Espacio Infinito para llegar hasta nosotros va cambiando de vestidos? En fin, lo importante es que por linaje somos libres, sin ataduras, sin etiquetas, sin grilletes. “¡Libres como el viento!”, como decía aquella bellísima canción.

Ana Lucía Montoya Rendón
Agosto 30, 2015

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domingo, 23 de agosto de 2015

INTENTOS DE DIENTES DE LECHE



1.

qué el silencio baile y haga malabares en los labios de leche y la cobardía no doblegue la libertad ni la inocencia



2.

la indefensión en los ojos del niños corría sin caballitos de palo, sin rondas, sin muñecas de trapo, sin sonrisas de caramelo, sin cuentos de ratones, de queso y de gatos

en estampida  corría y con ella galopaban sus heridas adelantándose varias vidas al dolor de sus sombras

despavoridas creían huir a ese país hecho de algodones de azúcar blanco, mientras, la Madre enviaba ángeles con cestas llenas de flores para sanarles los ojos, los oídos y la boca, para suturar cortes profundos en su piel y alma, para acunarles en algún pecho blando sus sueños enanos con tamaño de penas de adultos



3.

cómplice de la tristeza, el silencio, dejó morir el brillo en sus ojos

no hay más luz en sus pupilas solo les queda el color de la sangre hirviendo de pura rebeldía



4.

ante el canto sordo, las palabras y las caricias blancas quedaron negras sin poder ser ni estar



con tinta de calamar escriben porque con su sangre no pueden

sus venas están secas

las desecaron la falta de amor y la ternura



5.

calentar un nido sin ángeles ¿para qué? si jamás habrá vuelos ni con sus plumones calentaremos el alma ni con sus remeras escribiremos nanas o cuentos de hadas



ana lucía montoya rendón

agosto 21, 2015

¿LA MUERTE LLORA?



de tristeza y llanto el tinte de las cuencas de la muerte
parpadeos de monstruosa rebeldía su mirada
encripta la cara de la inocencia rota

indefenso llora sangre
y con su manito agarra al tiempo  para irse con él hacia ninguna parte

ana lucía montoya rendón
agosto 21, 2015

LEO, OIGO Y CALLO



leo en los ojos de tantos fantasmas aquellos cuentos que escuché en sueños
hoy son tijeras de carne y faros vigías
son conejos y espejos
y vigilia vivida con los ojos cerrados

leo en las palmas de las manos mapas del Espacio y el tiempo
del cielo y del infierno
rutas de agua o de fuego para sanar el centro de la conciencia perdida

leo, oigo y callo…
o me callan porque no comprenden qué y por qué veo y leo eso
entonces con un hacha
buscan en mi cuello el cubículo donde creen
podrían encontrar mi capacidad de silencio

ana lucía montoya rendón
agosto 18, 2015

SER LA PACHAMAMA



Ese quehacer de la Vida que vela por todos los seres, ecuánime, sin mimar más a unos que a otros. En su seno están todos los reinos de todos los mundos, sean manifestados o inmanifestados. Aunque una criatura nazca prematura, tiene un porcentaje alto de viabilidad. La Madre agarra de mil amorosas maneras a sus hijos y, ellos, aunque los ponga cabeza abajo, no se confunden ni se ahogan porque saben que la Luz está siempre en todas partes con su Madre, su Pacha. Ella no reconoce primer mundo ni segundo, ni otros; en ese sentido no acepta jerarquías porque el Mundo de Ella es el de todos, es para todos. En el mundo manifestado, los latifundistas nos han infundido el cuento de las diferencias de los mundos y de las razas, de hecho han metido tanto la mano en nuestro diario vivir para que jamás nazcan en nosotros sentimientos de igualdad y libertad, tampoco han querido dejarnos el uso libre de los recursos naturales, además nos han hecho creer que somos sus semovientes con rangos de primera, de segunda, hasta de enésima categoría en escala hacia abajo. Pero somos nosotros los que debemos mirarnos en el verdadero entramado de la existencia manifestada, debemos vernos dibujados como afines en ese divino vientre abultado de la Pachamama, sin embargo, la gran mayoría de nosotros por descuido o mansedumbre, no nos criamos en el reconociendo natural de ese derecho, porque, repito, nadamos el Olvido y nos ahogamos sin darnos cuenta que jamás nuestro rango real admitiría la servidumbre.



Muchos no entendemos nada de esto, porque hemos olvidado cuál es el canal del nacimiento.

Ana Lucía Montoya Rendón

Agosto 1º, 2015