Éramos los humanos, un intento de ser
dioses o almas grandes, o ángeles, o como se les quiera llamar; ahora no queda ni
la sombra de ese intento. Ese intento está pintado de colores vistosos como
Vanidad, Egoeidad, Ombligo, Forma, Género. El Aliento que se pretendía
insuflar en ese intento de dioses, quedó sepultado, pero antes fue ahogado
por las manos mismas de esos intentos de dioses. Esos intentos de dioses
"sofisticamos" nuestro trabajo de acabar con la raza desde hace
milenios. La diferencia entre las épocas antiguas con la de ahora radica en
que en este zoológico virtual nos enteremos más rápido de lo que canta un gallo sobre lo que ocurre en el patio de de la casa de los demás.
Ana Lucía Montoya Rendón
Septiembre 4, 2015
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