Donde haya una
línea, un color, un vacío, un silencio... deberíamos tensarlos que algún sonido
nos darán.
almr.-
... ... ...
¿Podría la
monotonía llegar a ser excitantemente deliciosa?
El blanco
puro, el negro profundo, el canto lineal de las cigarras, el ir y venir de las
mareas, la terca gota de agua tratando de horadar la roca cubierta de musgo… y
tantas otras cosas que llamamos monótonas podrían llegar a ser un “deleite
sostenido” sobre la línea sensual del Infinito…
Hallar ese
gozo o esa puerta hacia la plenitud, debería ser el reto.
almr.-
¡qué
eterno gozo de azules y verdes
de
rojos y blancos
de
amarillos y pétalos…y plumas!
—pentagrama
alegre de colores—
melódicos
instantes los golpecitos retinianos
que a
todas horas percuten mi epidermis sensitiva
de
partitura mi vestido de estos días
—tibio
embozo del entorno—
vivos
los cables de energía
que
solivian notas de plumaje y canto
y
graciosos vacíos llenos de risas e infinitos
donde
pericos
mirlos
cuervos
y el
corretear de las ardillas
—cuando
fui pequeña recuerdo
les
decían arditas—
solfean
picardías
hoy no
quisiera decir nada
solo
callar reclinada sobre huellas acentuadas de caminos y veranos
y
subrayar con mis labios el color erótico del aire
el
palpitar de la clave de sol en el picoteo de la alegría
¡qué
júbilo sinfónico el aleteo infinito de este cielo!
ana
lucía montoya rendón
junio
20, 1015
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenida aquí, tu huella.